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La espondilitis es un término general que se utiliza para describir varios tipos diferentes de artritis inflamatoria que tienen características y síntomas similares. Obtener un diagnóstico temprano y preciso puede ayudar a garantizar que reciba el tratamiento adecuado para reducir los síntomas y evitar posibles complicaciones de salud relacionadas con la enfermedad. La evidencia radiográfica de enfermedad degenerativa de la columna lumbar en individuos asintomáticos es impresionante. Las imágenes por resonancia magnética en pacientes asintomáticos mayores de 60 años revelan protrusiones discales en el 80% [21] y estenosis espinal degenerativa en el 20% [11]. Un estudio que comparó la evidencia radiográfica de degeneración de la columna entre categorías de hombres sin dolor, con dolor moderado o con dolor lumbar severo encontró una frecuencia similar de estrechamiento del espacio discal y espolones óseos entre los tres grupos [22]. La controversia surge, en parte, debido a los desafíos inherentes a la comparación de la investigación disponible. Las revisiones sistemáticas citan la heterogeneidad de los ensayos actuales que evalúan diferentes técnicas quirúrgicas con diferentes grupos de comparación y un seguimiento limitado, frecuentemente sin resultados centrados en el paciente ni incluidos en el dolor [18].



Sin embargo, las imágenes son una ciencia imperfecta, ya que identifican la causa subyacente del dolor lumbar en sólo el 15% de los pacientes en ausencia de una hernia discal clara o un déficit neurológico [25]. Además, sigue existiendo una desconexión frecuente entre la gravedad de los síntomas y el grado de cambios anatómicos o radiográficos [18]. A medida que un disco se degenera, se pueden formar espolones óseos en los bordes de las vértebras. Los espolones óseos también pueden comprimir los nervios espinales, provocando debilidad o entumecimiento en los brazos o las piernas. Si los espolones óseos comprimen la médula espinal, usted puede desarrollar problemas para caminar y controlar la vejiga y los intestinos. Con el tiempo, un disco en degeneración puede romperse por completo, sin dejar espacio entre dos vértebras, lo que puede provocar problemas de movimiento, dolor y daño a los nervios. La presión puede causar dolor, debilidad y entumecimiento en la espalda y las piernas.

Tratamiento De La Espondilosis Lumbar



Este tipo de dolor nervioso, que resulta de la compresión o inflamación del nervio de la columna cervical, se conoce como radiculopatía cervical. Los casos graves también pueden causar compresión de la médula espinal, que puede manifestarse como debilidad o deterioro de la función motora en los brazos o las manos, u otros síntomas de una afección llamada mielopatía cervical. Las personas que todavía experimentan dolor o tienen restricciones significativas en sus movimientos diarios después de probar tratamientos más conservadores pueden considerar la cirugía para extirpar el disco deteriorado y fusionar las dos vértebras. Se puede recomendar la cirugía para pacientes que tienen un deslizamiento de la vértebra severo o de alto grado, como cuando más del 50% de la vértebra fracturada se desliza hacia adelante sobre la vértebra debajo de ella. El procedimiento recomendado con mayor frecuencia para personas con espondilolistesis lumbar es la fusión espinal. La mayoría de las personas con espondilitis anquilosante o espondiloartritis axial no radiográfica no necesitan cirugía.

  • La mayoría de las personas con espondilosis lumbar pueden tratarse con medicamentos antiinflamatorios no esteroides o analgésicos, aplicaciones de calor o hielo y fisioterapia.
  • Su médico también puede ordenar análisis de laboratorio para verificar los recuentos sanguíneos y los marcadores de inflamación, lo que puede ayudar a que su médico tenga una idea de la extensión de la enfermedad.
  • Para diagnosticar la espondilitis anquilosante, su médico le preguntará acerca de su historial médico y le realizará un examen físico.
  • Sin embargo, el ejercicio, los medicamentos y los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a controlar los síntomas para que pueda disfrutar de una vida larga y productiva.


Un proveedor de atención médica puede recomendar oxígeno suplementario si el neumotórax es menor pero presenta síntomas. Si es más grave, un médico del departamento de emergencias puede insertar un tubo en el pecho para drenar el aire fuera de los pulmones. La cirugía es otra opción para los pacientes que no responden al tratamiento o que presentan síntomas muy graves. Además, pueden aparecer cambios degenerativos en individuos jóvenes sin décadas de carga en la columna. Lawrence [23] encontró que el 10% de las mujeres de 20 a 29 años presentaban evidencia de degeneración del disco.

¿Cómo Se Trata La Espondilólisis?



La nueva clasificación permite a los proveedores de atención médica reconocer y diagnosticar la afección en personas que experimentan síntomas pero que aún no cumplen con los criterios de diagnóstico para uno de los tipos tradicionales de espondilitis. Los primeros síntomas de la espondilitis anquilosante pueden incluir dolor de espalda y rigidez en la zona lumbar y las caderas, especialmente por la mañana y después de períodos de inactividad. Con el tiempo, los síntomas pueden empeorar, mejorar o desaparecer a intervalos irregulares.

  • El tratamiento de un pulmón colapsado depende de varios factores, incluida la causa, el tamaño y la extensión del daño.
  • La espondilitis anquilosante (EA) inflama las articulaciones sacroilíacas ubicadas entre la base de la columna y la pelvis.
  • En comparación con otros enfoques de tratamiento conservadores convencionales, como la terapia con ejercicios, la escuela de espalda y la prescripción de AINE, la manipulación espinal parece comparable en su efectividad tanto en beneficios a corto como a largo plazo [52, 59].
  • Se teoriza que el alivio sintomático se produce a través de mecanismos complementarios.
  • La espondiloartritis juvenil es una artritis inflamatoria crónica que comienza en personas de 16 años o menos.


No existe cura para la espondilitis anquilosante, pero existen muchas opciones de tratamiento para ayudar a controlar los síntomas. Las terapias recomendadas pueden incluir ejercicio, terapia física y/u ocupacional para mejorar la movilidad y la postura, y medicamentos para ayudar a controlar el dolor, controlar la inflamación, mejorar la postura y la posición del cuerpo y retardar la progresión de la enfermedad. Con tratamiento, la mayoría de las personas con espondilitis anquilosante pueden tener una vida productiva. La espondilólisis se refiere a un defecto posterior en el cuerpo vertebral en la pars interarticularis. Por lo general, este defecto se debe a un traumatismo o a una carga e hiperextensión repetitivas crónicas.

El Impacto De La Actividad Y La Ocupación



Muchas personas con espondilitis anquilosante tienen episodios leves de dolor de espalda y rigidez que aparecen y desaparecen. Pero otros tienen un dolor intenso y continuo con pérdida de flexibilidad en la columna. Además, pueden desarrollarse otros síntomas dependiendo de qué otras áreas del cuerpo se vean afectadas por la enfermedad. Algunas personas con espondilitis anquilosante desarrollan enfermedades oculares (uveítis), enfermedades de la piel (psoriasis) o enfermedades intestinales (enfermedad inflamatoria intestinal). La espondilitis anquilosante es una forma de artritis que causa inflamación crónica (a largo plazo) de la columna. La espondilitis anquilosante (EA) inflama las articulaciones sacroilíacas ubicadas entre la base de la columna y la pelvis.



No obstante, un metanálisis reciente de 31 ensayos controlados aleatorios concluyó que “[no hay] evidencia clara sobre cuál es la técnica de descompresión más efectiva para la estenosis espinal o el alcance de esa descompresión. Hay evidencia limitada de que la fusión complementaria para complementar la descompresión en la espondilolistesis degenerativa produce un deslizamiento menos progresivo y mejores resultados clínicos que la descompresión sola”. Otra revisión, que no observó ninguna mejora estadísticamente significativa en los pacientes sometidos a fusión en comparación con intervenciones no quirúrgicas, comentó: “los cirujanos deben recomendar la fusión espinal con cautela a los pacientes con dolor lumbar crónico. Se requieren más seguimientos a largo plazo de los estudios revisados ​​en este metanálisis para proporcionar evidencia más concluyente a favor de cualquiera de los tratamientos” [95]. Schneck presenta una progresión mecánica adicional, basándose en esta cascada degenerativa del disco intervertebral, para explicar otros cambios degenerativos de la columna axial. Los pedículos adyacentes se aproximan con un estrechamiento de la dimensión superior-inferior del canal intervertebral.

¿Quién Podría Tener Espondilitis Anquilosante (EA)?



Con estos cambios óseos incluidos en la descripción radiográfica tanto de OA como de DDD, existe una superposición diagnóstica entre las condiciones. Como resultado, estos términos se utilizan a menudo indistintamente en la literatura médica para describir fenómenos similares. En los casos en que los cambios espondilóticos en la columna ejercen presión sobre los nervios adyacentes, los pacientes pueden experimentar dolor, entumecimiento u hormigueo que se extiende hasta el brazo, con o sin síntomas en el cuello.

Case of Spine Infection with Brucella melitensis IDR – Dove Medical Press

Case of Spine Infection with Brucella melitensis IDR.

Posted: Mon, 13 Nov 2023 10:58:24 GMT [source]


Claudia
Jurnee
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